Volkswagen confirma: Bill Gates tenía razón.


Esta entrada se me ha ocurrido mientras venia en el tren de vuelta a casa. Viendo un video de Toyota sobre tecnología hibrida, me ha venido a la memoria un frase que me dijo mi tutor del proyecto final de carrera cuando empecé el proyecto “un motor de combustión interna es una de las maquinas más ineficientes que ha diseñado el hombre” He de confesar que durante el desarrollo del proyecto le di la razón (los números rara vez mienten).

MAQUINAS INEFICIENTES

Se entiende que la eficiencia se consigue cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo. Un motor de gasolina (ciclo Otto) o diesel además de contaminar mucho literalmente “desperdicia la energía”. De la energía química del combustible, solo se obtiene un rendimiento efectivo entre el 25% - 40% en el mejor de los casos. El resto son pérdidas térmicas, mecánicas etc. todo perdidas y contaminación.

BILL GATES TENIA RAZÓN

Bill Gates hizo años atrás la siguiente declaración al comparar la industria de los ordenadores con la de los automóviles. “Si la General Motors pudiera desarrollarse tecnológicamente como la industria de los ordenadores, podríamos todos hoy conducir autos que pudiesen recorrer mil millas con un galón de combustible”. General Motors contestó con una de prensa obviamente muy simpática, sacando los colores a Microsoft con los errores de sus sistemas operativos etc. A mucha gente le pareció que Bill Gates estuvo poco afortunado. Hoy yo opino que salvando las distancias, esa afirmación tenía mucha lógica.

Los fabricantes de coches llevan más de un siglo construyendo máquinas ineficientes. Es una situación claramente inmovilista sostenida a lo largo de muchos años, con clarísima premeditación, enfocados a obtener miles y miles de millones de beneficios, mientras agotan de combustibles fósiles el planeta y envenenan el aire, falseando pruebas de homologación, como Volkswagen.

Solo la entrada en este sector de empresas tan disruptivas como Tesla, y la llegada de normas europeas sobre emisiones como Euro 5 y Euro 6, están moviendo la industria automovilística a ese ideal que Bill Gates demandaba.

UN EJEMPLO

Los sistemas de recuperación de energía cinética en la frenada (llamado KERS en la F1), llevan muchos años aparcados por las empresas del sector. Para vuestra información, cuando un conductor pisa el freno en un coche convencional, gran parte de la energía producida para cambiar la inercia del vehículo, para frenarlo, se convierte en calor y se pierde. Esa energía se puede reconducir a un sistema que la convierte en energía eléctrica la cual podemos almacenar en una batería y reutilizar mas tarde.

Toyota afirma que en una vuelta al circuito de Le Mans (4,4 km con 13 curvas) se pueden recuperar hasta 1,67 kWh de energía a través de la frenada regenerativa. ¿Te dice algo esa cifra? Para hacer más tangible de qué estamos hablando, en el siguiente video tenemos al público contemplando un monoplaza de Toyota en un simulador del circuito de Le Mans. La energía de cada una de las frenadas es utilizada para activar los diferentes dispositivos para preparar el desayuno, en medio de un asombro generalizado por parte del público. Esos 1,67 kWh equivalen a 171,4 tazas de café, 83,3 tostadas o 57,7 huevos fritos.




La industria de la automoción ha de adoptar nuevas tecnologías, nuevas arquitecturas de fabricación, de desarrollo de producto: es necesario un nuevo modelo de negocio. Y los consumidores debemos de premiar con nuestras compras solo aquellas compañías que opten por fabricar coches del siglo XXI, respetuosos con el medio ambiente o lo que es lo mismo eficientes. Definitivamente Bill Gates tenía razón.

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